En las ultimas jornadas de negociación, ha surgido un fuerte movimiento bajista en las oscilaciones de la materia prima energetica. Al parecer el terreno que ha ganado el dólar americano en las últimas semanas, también ha llegado a afectar a los movimientos del precio del oro al ser dos activos antiguamente rivales por naturaleza.

En este momento, la explicación detrás del movimiento bajista viene relacionada con la perspectiva de altas tasas de interés por parte del Banco Central. Se piensa que, en la próxima reunión de junio, los miembros decidan dejar la tasa de interés estable para las próximas semanas, pero esto no significa que la perspectiva de altas tasas de interés vaya a desaparecer de la lupa de la Reserva Federal. Este tipo de perspectivas han hecho que los bonos del tesoro de Estados Unidos se hayan valorizado bastante en el corto plazo y esto le ha dado bastante combustible al dólar americano, afectando en su camino a los movimientos del oro en el corto plazo. Por ahora no se conoce ningún cambio de producción en el oro para lo que queda del 2023, pero la situación puede cambiar cuando la compañía Newmont adquiera a la productora Newcrest. Este evento puede dar un cambio en la producción mundial de lingotes y llegar a afectar al precio del oro en las próximas semanas.

En el gráfico de cuatro horas, se ha terminado de consolidar un nuevo canal bajista que ha comenzado desde finales de abril del presente año. En este momento el precio se enfrenta al soporte más importante ubicado en los 1,940 dólares por onza troy. En caso de darse un cruce de esta zona, se podría terminar de reforzar el impulso de la tendencia bajista para las próximas semanas. Sin embargo, una oscilación que haga que el precio vuelva a llegar a la zona de los 2 mil dólares por onza troy estaría eliminando en gran medida los movimientos a la baja y por tanto puede llegar a ser una amenaza para la joven tendencia en el corto plazo.